lunes, 22 de agosto de 2011

Silvestres...


Hace una semana, más o menos, nos juntamos con una pareja amiga y nos marchamos de excursión. Queríamos enseñarles un lugar casi mágico, un caminito perdido en la naturaleza que termina en una pequeña playa, tan pequeña y tan escondida que es una de esas pocas donde no hay vigilancia y donde los naturistas disfrutan de bañarse tal cual, tan naturalmente como lo es el resto del lugar.
La luz del Sol lo baña todo, las dunas de arena lo rodean, las flores silvestres lo tapizan y las montañas lo encuadran, sin duda el sitio es una bocanada de aire puro, un encuentro único con la naturaleza, uno de esos recuerdos de verano que es digno atesorar.

¿Cómo puede ser tan bonita una alfombra de flores silvestres? ^_^

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martes, 16 de agosto de 2011

Postales.


Cuando era joven (¡parezco vieja!...) me gustaba comprar postales de los lugares que conocía... Hoy en día, no sé porqué, ya no le encuentro sentido... Sin embargo, he reconocer, que me sigue gustando verlas allí, como símbolo de lugar turístico, y, en especial, me gusta reconocer en ellas los lugares que he visto "de verdad", en los que he estado y he podido hacer con mi cámara, mi propia postal.

Esta foto es de hace 2 semanas, en un precioso viaje a Valencia. Mis niñas se pararon a reconocer los monumentos y playas que habíamos visitado, y yo, como no podía ser de otro modo, aproveché a guardarme ese momento, ese lugar, en mi propia postal :)

sábado, 13 de agosto de 2011

Verano



Para mí, nada describe mejor el verano que el Sol del atardecer sobre la hierba dorada.

¿Será por esa brisa cálida?, ¿ese olor a vida, a campo... que se desprende gracias a su calor? ¿Será porque aquí es tan largo el invierno, tan frío, tan lluvioso, tan gris?...
¿Será el recuerdo de esas tardes de infancia corriendo con primos, con la cara sucia y la ropa manchada...?
Sea como sea, así me gusta recordar el verano... Y así intentamos pasar al menos algún día con mis niñas, intentando regalarles momentos que disfruten recordar mañana.
Esta foto es de hace tan sólo unos días, cerca de la playa de Plentzia, Vizcaya, después de perdernos por un caminito de montaña.
Y simplemente soy feliz, por haber podido traerme conmigo un poquito de esa luz, del ansiado Sol del verano..